Os traigo una pequeña reflexión, algo que he comprendido a lo largo de mi crecimiento y desarrollo emocional y que me ayuda a llevar mejor los malos momentos en mi vida.
Los seres humanos nos movemos entre extremos, en continuo contraste, el blanco y el negro, el día y la noche, la felicidad y la tristeza, la vida y la muerte, el bien y el mal. Tenemos que tener en cuenta que la existencia de uno de los dos sin el otro es imposible, ya que si no existiese el día malo, no tendríamos nada con lo que compararlo y pasaría a dejar de tener sentido, igual que sin la muerte la vida no tendría ningún valor. Decimos que algo es bueno porque lo comparamos con algo que no lo es o no lo es tanto. Entendido ésto, vamos al asunto que iba a tratar...