Un amigo me propuso hacer este artículo porque le gustan mis fotos de instagram y dice que hago que todo lo que cocino tenga una pinta genial. Por eso he decidido informarme sobre el tema y crear este articulo para ayudaros a mejorar vuestras fotografías de comidas y platos simplificando el asunto todo lo que he podido, ya que la mayoría de los consejos que he encontrado eran para gente que se dedica profesionalmente a la fotografía de alimentos.
Antes de que empieces a leer el artículo me gustaría recalcar varias cosas:
- Doy mi opinión y consejos desde el punto de vista de un aficionado a la fotografía, no soy fotógrafo profesional ni pretendo serlo.
- Son consejos, no reglas. Además puede que busques efectos en las fotos que precisamente impliquen saltarse esas norma.
- Igual que yo, el autor no soy profesional, el artículo tampoco está destinado a un público con muchos conocimientos de fotografía, por lo que no voy a entrar en conceptos técnicos.
- La mayoría de consejos se pueden aplicar independientemente de si usas una cámara de móvil de 100 euros o una réflex profesional de 6000 euros.
Antes de empezar a hacer fotos ten en cuenta...
- La comida sólo estará fresca durante un tiempo limitado, por lo que si estás cocinando en casa, prepara primero la mesa, los platos, las servilletas, la luz que quieres tener,... antes de preparar la comida. Una vez que lo tengas todo listo, prepara y emplata la comida y empieza a hacer las fotos.
- No tomes sólo una foto, el mundo digital tiene la ventaja de que probar no cuesta nada, muévete alrededor del plato y prueba diferentes ángulos: desde un lateral, desde arriba y desde cualquier lugar que se te ocurra, acércate a la comida, aléjate,... Luego podrás elegir la foto que más te guste además de que seguro que alguna saldrá borrosa o desenfocada.
1. La iluminación
La iluminación es muy importante en las fotos de comida, por eso tienes que intentar buscar una luz suave, sin fuertes contrastes y con una temperatura de color adecuada. La luz más adecuada es la luz natural, pero no siempre podemos conseguirla, por lo que yo utilizo luces blancas preferiblemente sobre las típicas luces amarillas (alteran el color de los alimentos).
En esta foto por ejemplo la luz amarilla altera completamente el color de los alimentos y el resultado de la foto.
Las sombras, mejoran la textura de la comida y le dan profundidad a la imagen, si puedes, sitúa el plato cerca de una ventana con una buena luz lateral. Evita mezclar diferentes tipos de luz como la luz natural lateral con una luz fluorescente en el techo ya que no dará resultados tan buenos.
Evita que la luz proyecte tu sombra o la del móvil sobre el plato, colocándote en otro ángulo o posición o alejándote del plato si es necesario, así mismo deberíamos evitar nuestro reflejo en los brillo de los vasos y similares (reflejo en la cuchara, cristales,...)
Evita el flash de la cámara, ya que queda horrible sobre la comida: es demasiado brillante, obtendrás muchos reflejos sobre cualquier área que esté húmeda, y esos reflejos no sólo te distraerán, sino que harán que la comida parezca más grasienta; también obtendrás sombras desagradables tanto sobre la comida, como sobre el plato.
2. Haz que los ingredientes se vean
¿De que vale que te diga que la hamburguesa de una foto tiene queso si no lo puedes ver en la imagen?
Por ejemplo, yo podría deciros que esté wrap está relleno de "caviar de tiburón bambú" con "carne de langosta del mar angosto profundo" y os quedaríais igual...
¡Los ingredientes tienen que verse!
Cuando fotografies una hamburguesa o un sandwich procura mover todos los ingredientes para que se muestren por el lado que vas a realizar la foto, o mueve el pan hacia atrás para que parezca que los ingredientes sobresalen.
Otro truco es partir el sándwich, wrap,... a la mitad y presionar ligeramente para que el contenido, digamos por ejemplo la nutella, sobresalga y sea visible. Ejemplo de foto de un sandwich de nutella:
3. El fondo, el plato y los manteles
El fondo no debe distraer, la comida tiene que ser la protagonista, por lo que no hagas que los objetos que entren en escena, como el mantel, la tostadora, una servilleta o el propio plato, llamen más la atención que la comida. Mantén un fondo simple y utiliza platos de un solo color, deja que la comida sea la que llame la atención. Ante la duda, mantén un fondo lo más limpio posible.
Esta es una foto vieja en la cual se me coló un trozo de la tostadora en la parte superior derecha de la imagen... jejeje
Y en esta imagen inferior podemos ver como en la foto de la izquierda se nos cuelan varios objetos en el encuadre y nos despistan, quitándole importancia al verdadero protagonista de la imagen: el collar.
Es posible que nos guste mucho el diseño del plato, pero no es de lo que se trata en la fotografía. Un plato coloreado puede ser una buena idea siempre y cuando sea de un color complementario a la comida o bien de un color contrastado. En cualquier circunstancia, un plato de color blanco o crema hará siempre que la comida destaque. La misma regla se aplica a los manteles.
4. El color de los alimentos
Uno de los elementos que más nos atraen la comida son los colores, por eso, es importante que trates de respetar los colores lo más fielmente posible. En el caso de que tengas que aumentar el brillo porque la imagen te ha salido oscura, puede que los colores pierdan fuerza por lo que puedes subir un poco la saturación para compensar. Lo que debes evitar es sobre-saturar las fotos porque pueden llamar más la atención pero parecerán irreales y muy editadas,...
Aquí tenemos por ejemplo una imagen de unas fresas, la primera con menos saturación, en la segunda nos hemos pasado con la saturación y en la última tenemos la saturación justa que representa el alimento con su color natural
5. Juega con la composición
No hay una regla para esto. En función del tipo de comida puede interesarte más un tipo de composición u otra, haz distintas pruebas y te escoge por la que más te guste. No creas que con la primera toma que realices vas a acertar. Tendrás que hacer varias hasta alcanzar la definitiva.
Usa complementos, pero no demasiados. A veces hacemos fotos con solo los alimentos en un plato o tazón, sin nada más en el encuadre, en esas situaciones los complementos pueden mejorar nuestras fotos, pero no deben distraer la atención del plato.
Una banderilla y unas láminas de fresa que le dan un toque especial a una foto de un simple recipiente con yogur y mermelada.
Los complementos deben de guiar los ojos del espectador hacia donde queremos, y eliminar las distracciones del camino. Si tenemos algo demasiado brillante que atrae la atención de la mirada a un punto donde no debe, podremos un complemento para taparlo.
También podemos añadir información sobre el plato con complementos como en este caso este bote de sirope de mantequilla de cacahuete, que nos indica de que se trata el sirope del plato
6. No tengas miedo a recortar el plato.
Otro error muy habitual es tener miedo a recortar los platos o los alimentos. Pero podemos ver dos ejemplos a continuación para ver las diferencias entre un encuadre completo del plato y otro con él recortado, en una foto de un sandwich de jamón ibérico.
Por supuesto depende de que efecto busques en la imagen, y a veces puede que incluso tengamos que necesitar los dos formatos de imagen, pero podemos jugar a ver si una imagen con el plato recortado nos gusta más o no. En la versión recortada tenemos menos distracciones y toda la atención se concentra en los alimentos.
7. Juega con la profundidad de campo
La profundidad de campo es la zona de la imagen que está nítida o bien enfocada. Si abrimos el diafragma de nuestra cámara (si tenemos cámara de móvil o similar que no nos permite controlarlo, tranquilos, en condiciones de poca luz como fotos de comida en el interior de la casa se abrirá automáticamente para dejar entrar más luz) y nos acercamos mucho a un objeto y lo enfocamos conseguiremos que el fondo se desenfoque. Es muy útil para centrar nuestra atención en el protagonista principal de la foto.
Wrap de plátano y mantequilla de cacahuete con fondo desenfocado.
8. Cuida el emplatado y la presentación...
No me refiero a que presentes los alimentos como si fueses a presentarte a Master Chef, pero un poco de cariño nunca viene mal... Intenta colocar los alimentos cuidadosamente y de forma ordenada sobre el plato, evitando manchar las zonas del plato que van a ser visibles en la foto. En caso de que manches el plato puedes limpiarlo con un trocito de papel de cocina.
Sobre todo no tires la comida encima del plato y la dejes como caiga, ni dejes el alimento amontonado en medio sin sentido,... Tienes muchas opciones distintas de presentar el plato: imitar figuras con la comida, colocarla de forma simétrica o ordenada,...
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