Cómo perdí 32 kg en 6 meses
Mucha gente me ha
preguntado cómo perdí 32 kg en 6 meses, por lo que he decidido escribir este
artículo para aclarar dudas y con la intención de ayudar o motivar a quienes
estén intentando cambiar su estilo de vida.
No quiero que te quedes con el peso ni con el tiempo, puede que tengas más peso o menos peso que perder que yo, puede que tardes más o menos de lo que tardé yo, cada persona tiene su contexto y velocidad de progreso, solo quiero que sepas que se puede conseguir y los aprendizajes que tuve durante el proceso.
mi transformación
Si esperáis leer que fue fácil, o
esperáis que os diga el secreto o producto mágico que utilicé para conseguirlo,
estáis perdiendo el tiempo. Todo resultado implica un esfuerzo, pero
Lo que supone vivir con 30 kg de más
Por desgracia desde que tengo conciencia siempre he tenido mucho sobrepeso, en gran parte
por culpa de la genética y en otra parte por desórdenes alimenticios. Dejando
de lado las consecuencias psicológicas (que todos supongo todos imaginaréis) de
vivir con tal sobrepeso, os voy a resumir las físicas: no encuentras ropa de tu
talla y si la encuentras te queda estrecha y exageradamente larga; vives
ahogado, cualquier actividad supone un gran esfuerzo al cargar con tanto peso,
incluso subir unas simples escaleras;…
Resumiendo, para mí el vivir con
ese sobrepeso era vivir con una
discapacidad. Si pensáis que exagero aquí está la definición de discapacidad:
condición bajo la cual ciertas personas
presentan alguna deficiencia física, mental, intelectual o sensorial que a
largo plazo afectan la forma de interactuar y participar plenamente en la
sociedad. Sin duda esa condición afectaba en mi forma de interactuar con la
sociedad.
El inicio del cambio
No os voy a mentir, desde hace
años llevaba pensando en lo feliz que sería si tuviera un peso adecuado. Me
planteaba el cambiar mi forma de vida casi a diario pero cada vez que lo
intentaba acababa fracasando y volviendo al inicio. No ayudaron mucho los nutricionistas y endocrinos a los que acudí pues me daban dietas estrictas de cajón que no estaban adaptadas a mi contexto y que no podía mantener en el tiempo.
Poco a poco me di cuenta de a donde había llegado: me costaba dormir porque el
sobrepeso no me dejaba respirar correctamente cuando estaba tumbado en la cama,
me sentía como si tuviera un bloque de cemento en el pecho, me sentía ahogado.
Esto sumado a un periodo en el que me sentía perdido y me planteaba que quería
hacer con mi vida, una crisis existencial, hizo que lo decidiera finalmente.
Iba a cambiar y esta vez iba a llegar hasta el final.
No iba a ser fácil, pero al fin y al cabo nada realmente importante en la vida lo es. Empecé a informarme
sobre nutrición y ejercicio y aplicar en mí mismo lo aprendido sin ninguna
ayuda externa. Me dije que esa vez era la definitiva, esa vez no iba a fallar.
El camino al éxito
El primer paso en el camino al éxito es pensar y analizar el problema: tengo obesidad porque llevo una mala alimentación y no practico suficiente actividad física. Ahora que entendemos el porqué del problema hay que buscarle una solución, y aquí llega el segundo paso, planificar: tengo que mejorar mi alimentación planificando una dieta equilibrada y tengo que planificar una rutina de entrenamiento efectiva, además de vivir de forma más activa.
Mi alimentación antes del cambio cojeaba de muchas patas pero tampoco me alimentaba de comida basura, como muchos creen que hacen las personas con sobrepeso… que solo se alimentan a base de bollería y similares. Mis problemas eran relativamente habituales, no me gustaba ni la fruta ni la verdura y me encantaban los fritos y los dulces, y aunque no me alimentaba solo a base de ellos, si lo juntamos a mi escasa actividad física tenemos como resultado un aumento de peso continuo.
Si hablamos de mi actividad física antes del cambio, salvo excepciones, no practicaba practicamente deporte. Si a eso le sumamos mi escasa actividad diaria...
Mi primer paso fue comenzar a salir a correr (“running” lo llaman ahora…). Como
anécdota el primer día que salí, corrí 200 metros y volví fatigado a casa, no
podía correr ni un metro más, pero eso no hizo que me rindiera. De hecho consiguió motivarme más ya que me di cuenta de la situación en la que me encontraba y que
si no cambiaba, mi salud estaba en grave
peligro. Seguí saliendo a correr y avanzando cada día un poquito más hasta
que acabe corriendo 1 h o incluso más al día. No había excusas: ni la lluvia, ni el frío, ni el granizo, aunque no me
gustara, si tenía que ir a correr, iba.
Y poco más que contar, siguiendo
una dieta sana más ejercicio y lo más
importante: con constancia, cuando me quise dar cuenta en apenas 6 meses había
perdido 32 kg y era una persona totalmente distinta. He ganado en autoestima,
seguridad en mí mismo, entre otras actitudes y de esta experiencia he aprendido
muchas cosas y una muy destacable: debemos
afrontar los problemas y no evitarlos, esos quilos que me sobraban no iban
a desaparecer por no pensar en ellos.
yo en la 2017
Pero aunque inicialmente creyera
que sí, no fue el final del camino, solo
un nuevo inicio. Desde aquel momento me he ido planteando y consiguiendo nuevas
metas con la misma actitud y he construido mi futuro profesional en torno al ámbito
del deporte, la nutrición y la salud. A día de hoy soy "nutricionista deportivo", "preparador físico", "monitor de fitness y musculación" y "Técnico superior En Actividad Física y Animación Deportiva".
Aprender de los errores
Para finalizar me gustaría destacar algunos errores que cometí, con la intención de que los que busquéis un cambio similar no los volváis a cometer:
- Ser demasiado estricto con la dieta: yo no probé alimento que no consideraría limpio o saludable, pero en una dieta equilibrada todos los alimentos tienen cabida aunque sea ocasionalmente y mi camino habría sido mucho más llevadero.
- No realizar entrenamiento de fuerza (con cargas en un gimnasio o en casa, calistenia,...): aunque a día de hoy se que he recuperado la mayoría, incluso he ganado, perdí bastante masa muscular en el proceso por basar mi entrenamiento solo en ejercicios aeróbicos.
- No todo se limitaba a conseguir quitarme esos quilos de encima, luego había que mantener el cambio.
El cambio físico fue consecuencia del cambio interior, de cambiar mi forma de pensar, mis hábitos de vida y mi actitud al afrontar mis problemas. Si cambias tu actitud, el cambio físico le seguirá y será más sencillo mantener los resultados.
Te sigo en instagram para pillarte ideas de boles anabólicos e imito el wrap de pollo al curry :P. y de vez en cuando me paso por el blog. Te dejo una parrafada porque me he sentido muy identificado ^^
ResponderEliminarTu historia es muy parecida a la mía en lo que respecta al cambio de hábitos drásticos de un día para otro. Simplemente yo también decidí salir a correr, un día y otro y otro (3-5 veces a la semana). Corría hasta acabar sin aliento, empecé con intervalos de tres minutos corriendo y cinco andando acababa muerto en nada y terminé corriendo 8km en 40 min. (5min/km no está nada mal, nada del otro mundo)
¿Lo negativo? Estuve un par de semanas a 1200kcal y haciendo aeróbico con un cheat meal semanal (pizza o hamburguesa) No tenía asesoramiento y la verdad es que fue raro que no me diese un chungo por entonces.
Me he quitado al rededor de 20-30 kilos de encima, ni siquiera lo sé, no me pesaba. No necesitaba que una báscula me dijera un número. Yo quería cambiar mi estilo de vida y lo hice.
Mi enhorabuena por el cambio, por el IG y por el blog.
Perdona por el tocho. Un saludo
A mi me pasa lo mismo, porque yo tampoco entiendo como no me dio un chungo jajajaja (lo que sí que noté es una pérdida de lívido preocupante). Enhorabuena a ti también por el cambio, a ver si más gente se decide a cambiar de hábitos y comparte sus experiencias ya que mucha gente solo necesita ver que ES POSIBLE.
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