jueves, 22 de junio de 2017

Miniblog: el ayuno y el hambre

Hoy traemos una breve revisión del siguiente estudio: 


 "Spontaneous 24-h ghrelin secretion pattern in fasting subjects: maintenance of a meal-related pattern"


Si bien nos vamos a centrar sólo en un par de apartados muy interesantes, os dejamos el link al estudio completo.


Todo sea dicho, la muestra del estudio era pequeña, sólo 6 personas:
  • 3 mujeres y 3 hombres.
  • Estaban acostumbradas a hacer 3 comidas en su día a día.
  • La edad media era de 25 años.
  • El índice de masa corporal (IMC) era, de media, de 20'7 en mujeres y de 24'9 en hombres.
El IMC no es una medida válida o concreta para determinar el sobrepeso en determinados grupos de población. Ejemplo: para una persona musculada el IMC puede expresar que tiene obesidad.


Antes de comenzar, es importante conocer alguna cosilla sobre la grelina.

La grelina es una hormona sintetitzada en el estómago  y que estimula el apetito porque actúa en una región hipotalámica llamada núcleo arcuato. Es decir, le manda al sistema nervioso central una señal de hambre (revisión).

Os la presento:


Una vez sabido esto, podemos retomar el estudio del principio. Una de los resultados que obtuvieron los investigadores fue que las personas con menor IMC tenían mayores niveles de grelina que las personas con mayor IMC.

Cosa bastante lógica, ya que cuanta menos grasa corporal tengamos, antes tendrá nuestro organismo la sensación de que nos morimos de hambre: nuestro cuerpo no sabe que estamos en el siglo XXI y que tenemos tanto acceso a alimentos. 

En la siguiente imagen podéis ver cómo los niveles de grelina son bajos a primera hora de la mañana:

Los picos de grelina que corresponden a las letras L (lunch) y D (dinner) se deben a que la grelina tiene un "componente aprendido": si te habitúas a hacer 3 comidas al día, tendrás 3 picos de grelina. Lo mismo pasa sin en vez de 3 comidas son 4, 5, etc

Y aquí viene otra de las conclusiones que quiero que veáis: aunque los picos de grelina te den hambre, no aumentan eternamente. Es decir, que como podéis ver en la imagen, los niveles de grelina descienden y ese hambre desaparece.

Por cierto, la B (breakfast) hace referencia a que a los participantes les dieron un desayuno sorpresa. 

Aquí podéis ver cómo variarion los niveles de grelina de los sujetos del estudio:

Resulta curioso que los niveles de grelina finales (justo antes de finalizar el ayuno) fueran menores a los niveles de grelina iniciales (comienzo del ayuno)

Seguro que a más de uno os ha pasado: os ponéis a hacer cierta actividad porque tenéis bastante trabajo y se os olvida que teníais hambre.


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